Home Staging es un servicio con el que, utilizando sencillos cambios de mobiliario, decoración y organizando el espacio, mejorar la primera impresión de una vivienda para poder venderla o alquilarla más rápidamente. Son cambios sencillos, a veces sutiles, que en general no implican realizar grandes reformas, suele realizarse en muy poco tiempo y con un presupuesto ajustado.

En lineas generales consiste en aplicar un estilo universal, diseñar un ambiente neutro que sea atractivo a cualquier posible comprador. Podemos aplicar pinturas de color claro, realizar limpiezas profundas, ordenar mobiliario, hacer pequeñas reparaciones. A veces realzar la iluminación cambiando una lámpara o modernizar un baño sustituyendo una cortina.

¿Y PARA QUÉ?
En un mercado saturado de oferta como el nuestro, la forma normal de acelerar la venta de una vivienda es realizar una bajada en el precio. Por eso puede parecer un contrasentido invertir en algo de lo que queremos desprendernos, pero si la casa se presenta en buen estado reducimos las opciones del comprador de intentar negociar el precio. La pequeña inversión realizada será compensada rápidamente, ya que siempre será menor que la rebaja. Así que considéralo una inversión, no un gasto.

¿Has ojeado últimamente publicaciones de venta o alquiler de viviendas? Haciendo un ejercicio de memoria, ¿recuerdas las fotografías? Habitaciones desordenadas y rebosantes de trastos, paredes de colores estridentes, cocinas y baños sucios, salones desangelados, ambientes que no invitan a sentirse cómodo.

Nos guste o no, el primer golpe de vista es decisivo. Tanto si muestras tu casa en fotografías como en una visita en persona, la primera sensación que recibe el cliente suele ser la razón definitiva para aceptar o desechar la idea de interesarse por tu vivienda. Se dice que la decisión se toma en los primeros 90 segundos. Es ese momento en el que el cliente se imagina viviendo allí, así que lo mejor es ponérselo fácil.